Las personas afectadas por delitos graves, quienes han colaborado con las autoridades, pueden optar por las visas U. En el proceso de solicitud de este tipo de visa, se lleva a cabo una evaluación psicológica para valorar el trauma experimentado y su efecto en el bienestar emocional del individuo. Esta evaluación reviste una importancia crucial para respaldar la solicitud de la visa U.

Para obtener una exención por inadmisibilidad, es necesario someterse a una evaluación psicológica que analice cómo la deportación afecta emocional y psicológicamente tanto al solicitante como a su familia, detallando su estado de salud mental. Esta evaluación ofrece datos fundamentales para respaldar la solicitud de exención.

Individuos que han sufrido explotación y esclavitud como víctimas de trata de personas tienen acceso a visas de tipo T. Para respaldar adecuadamente a estas personas y garantizar su protección, se requiere una evaluación psicológica que documente los efectos del trauma y la explotación en su salud mental, asegurando una asistencia adecuada a la víctima.

Cuando se trata de detener el proceso de deportación, se involucra un procedimiento legal en el cual ciertos individuos pueden eludir la expulsión del país al demostrar circunstancias extremadamente difíciles. En estos casos, se realiza una evaluación psicológica para analizar y registrar las condiciones adversas y el impacto emocional que la deportación podría tener tanto en el individuo como en su familia. Esta evaluación es esencial para respaldar la solicitud de interrupción de la deportación.

Individuos que han sufrido abuso doméstico tienen la opción de presentar una auto-petición de inmigración bajo la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA). Una evaluación psicológica se utiliza para evidenciar el abuso experimentado y su impacto en la salud mental y emocional de la víctima, siendo fundamental para respaldar la solicitud y obtener la visa VAWA.